COSEFORVEN
  Articulos
 

La necesidad del Silencio en el Mundo actual

 El género humano hoy día, atraviesa por un momento histórico lleno de cambios continuos a todos los niveles (personal, social, económico, etc.) haciéndolo cada vez más rico. Es algo digno de admirar.

 Sin embargo, hay algunos elementos negativos entre los que conviene destacar ahora: la cultura del ruido. Ella ha causado estragos, especialmente en el mundo joven, al punto de provocar un estilo de vida agobiante, que lleva a las personas a deshumanizarse y asemejarse a las bestias (sin usar esta expresión despectivamente). Explico: El animal salvaje vive permanentemente atento a los estímulos del contorno, es decir, existe siempre fuera de sí, no tiene un recinto interior, por lo que cuando las cosas dejan de amenazarle o acariciarle se queda dormido. El hombre, por el contrario, tiene por naturaleza la capacidad de volver su atención unos momentos fuera y otros dentro de sí, separándose del mundo que lo rodea. Por eso, cuando los jóvenes centran su atención solamente en diversiones superfluas se sienten enérgicos e invencibles, pero basta que ellas acaben, para caer en un estado de aburrimiento, que a veces es tal que termina quitando el sentido de la propia vida. He aquí una de las causas de muchos suicidios.

 Es por ello que urge tanto al hombre contemporáneo valorar el silencio, como medio para entrar en lo más profundo del corazón propio y contemplar con claridad el misterio del hombre y el misterio de Dios, que genera recogimiento, paz interior, actitud de escucha, entre otros. Así lo ha acreditado la Iglesia, a lo largo de la historia. Tenemos por ejemplo a:

 San Agustín (354-430), un Santo Padre de la Iglesia, afirma: “No quieras derramarte fuera; entra dentro de ti mismo, porque en el interior del hombre reside la verdad” (De la verdadera religión, XXXIX). 

  Juan Pablo II (1920-2005) escribe refiriéndose a San José: “Los Evangelios hablan exclusivamente de lo que José hizo; sin embargo permiten descubrir en sus acciones –ocultas por el silencio- un clima de profunda contemplación” (Custodio del Redentor, 25).
Benedicto XVI dice refiriéndose a lo dicho por su antecesor: “¡Dejémonos contagiar por el silencio de san José!” (Ciudad del Vaticano, domingo, 18 diciembre 2005).

 La invitación es, pues, a que los padres eduquen en el silencio y que los jóvenes lo valoren como lo ha hecho la Iglesia, de modo que seamos obedientes a lo que nos ha dicho el Santo Padre.  
 

Por: Aníbal Ochoa
I de Teología 
Seminario de Valencia.



Fe y bioética

 La bioética en poco más de 30 años ha pasado de ser un concepto a una de las disciplinas más importantes del tercer milenio. Nacida de la necesidad de responder a problemáticas sociales emergentes a partir de rápidos y profundos avances en el campo de la ciencia y la técnica, la bioética, llamada a tener un discurso fundado en los principios éticos universales del buen obrar y desde una consecuente preocupación por el bienestar de la persona, centro de su atención, se `plantea como respuesta a la seria necesidad de acoplar o delimitar el avance científico en coherencia con la dignidad, respeto y valoración de la persona humana.
 Por otro lado la fe  significa creer, poner toda nuestra confianza en Dios, fiarse de su Palabra. Aceptar a Cristo como norma suprema y por tanto valorarlo todo como él lo valora. Ahora bien, si algo estuvo claro en la vida terrena de Jesús fue aquella convicción de “dar la vida” para que nosotros “tuviéramos vida”. Por tanto,   creer en Jesús, tener fe en Él nos impera a optar por la vida, a defender la vida, aquella que hemos recibido de Él y por la cual, derramó su Sangre en la Cruz.  Nosotros  que somos sus hijos estamos llamados como él a “dar la vida” y no a quitarla, a defenderla y no a experimentar con ella poniendo en riesgo su dignidad y grandeza dada por Dios.
 La bioética que busca la defensa de la vida debe dejarse iluminar por la fe, ya que si bien la fe no ofrece soluciones para la investigación científica como tal, sí anima al científico a proseguir su investigación, sabiendo que en la naturaleza encuentra la presencia del Creador.    

 

Diác. Francisco Javier Sánchez
Seminario de Valencia.

 

ENCUENTRO DE MÉRIDA.

El pasado mes de octubre se llevó a cabo en la cuidad de Mérida el Encuentro de Coseforven, en preparación al Encuentro nacional que se llevara a cabo en la ciudad de Maracaibo en agosto del 2008.

 

En el Encuentro llevado a cabo en Mérida se trataron temas de diversa índole, como el de la manera de recoger fondos para loas gastos del Encuentro nacional así como para un fondo para la las copias, movilización y demás cosas de logística, para los encuentros de preparación al encuentro Nacional.

 

Este Encuentro se llevo a cabo en la Casa del Apostolado Seglar del sector el Saldo del Estado Mérida. Al principio fuimos muy pocos los que allí estábamos, pero poco a poco comenzaron a llegar de las distintas partes del país seminaristas y formandos religiosos.

 

Fue un Encuentro ameno en el que se compartió los medios de cómo recaudar los fondos para el encuentro Nacional, como iban marchando los preparativos para el mismo Encuentro, las actividades de los distintos seminarios y casas de formación, la elección de la nueva directiva, una ponencia del P. Alexander Rivera Rector del Seminario Arquidiocesano de Mérida, también de un compartir el sábado por la noche, en donde los seminaristas de Mérida nos dieron una agradable sorpresa con grupos de cantos y un cena típica de la región andina. 

El sábado por la tarde la Eucaristía fue celebrada por el P. Reinaldo miembvro del equipo formador del seminario y concelebrada por el P. Rector.

Al siguinete día se eligió la nueva directiva de Coseforven, y se finiquitaron algunos de los puntos para el Encuentro Nacional. Sin embargo el próximo encuentro de preparación no quedó con alguna sede por los momentos, se piensa que puede ser Valencia. 

El Encuentro terminó con la celebración Eucaristíca en el Convento Santa Teresa de Jesús de los P. Carmelitas Descalzos y quien celebró fue el P. Cristópbal Dominguéz. 

Franklin Morales.
Postulante Carmelita Descalzo.


 
 
Conversaciones con el Obispo Diocesano
 
En una entrevista realizada al Sr. Obispo, Mons. Enrique Pérez, el Pastor expresó su saludo y deseo de bienestar para el Seminario, su rebaño en crecimiento. De la misma, se resume su mensaje a la gran Familia del Seminario, como semilla de cambio para Venezuela:
 
 
Envío un saludo a toda la Iglesia Monaguense y a la comunidad del Seminario San Pablo: seminaristas, profesores, trabajadores, Padres formadores…
Venezuela se encuentra en una etapa para construir el diálogo y la unidad y cimentar el consenso social; justamente hemos experimentado cómo los cambios sociales tienen que darse dentro de un ambiente de diálogo, de la verdadera inclusión de todos (…) Cristo es el príncipe de la paz, como dice San Pablo, -por medio de su cruz derribó los muros que nos dividían-, y sobre todo venció al enemigo de la enemistad y del odio. Para llevar adelante un país, una comunidad nacional, se requiere de la participación consciente y positiva de todos, en búsqueda del bien común. Para nosotros los cristianos y sobre todo los católicos, tenemos una categoría que brota de nuestra fe, fruto de la venida y de la obra de Jesucristo Redentor: la comunión de todos los que somos distintos, para que podamos convivir y conformar una Comunión en pro del bien de todos, según la voluntad del Señor.
 
 
Los primeros cristianos, entendieron esto perfectamente, pues en torno al anuncio de Jesús sobre el Reino de Dios, comprendieron que ese Reino se abre paso para todos nosotros.
 
 
Queridos hermanos Monaguenses, estamos en el Año Jubilar de nuestra Diócesis, en la celebración de las bodas de oro de la creación de la misma, un año de bendición y gracia para todos nosotros. Con gozo hemos recibido de la Santa Sede el decreto donde se concede la indulgencia plenaria, con sus requerimientos, a todos los fieles que peregrinen a la Santa Iglesia Catedral Ntra. Sra. Del Carmen, en el transcurso del año, ya sea individual o comunitariamente. Con solicitud, entregué la Carta Pastoral publicada a principio del mes de enero que contiene toda una catequesis sobre lo que significa estas indulgencias, estas gracias especiales.
 
 
Por último, para el Seminario San Pablo, Apóstol, amadísima comunidad, a la que me dirijo en primer lugar: anunciarles y recordarles, el Año Paulino, dedicado al Gran Apóstol de los Gentiles y decretado por el Papa Benedicto XVI, de modo que nuestro Seminario, se vea en este año, invitado a una especial participación y motivación que nos lleve a todos a un encuentro vivo y fecundo con Aquel que nos llamado por su gracia…
 
Con mi especial Bendición,
 
 
 
Mons. Enrique Pérez Lavado
Obispo de Maturín
Jesús Echaezuría, III de Filosofía.

Seminario San Pablo Apóstol de Maturín.
 
 
 
 
 
Web Master
Franklin Morales. Postulante O.C.D
Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
Registrarse gratis